Las alfombras son accesorios que cumplen una doble función: estética y práctica. Por un lado, sirven para decorar o «vestir» cualquier rincon de la casa con un toque de color, mientras que, por otro lado, también ofrecen un lugar cálido, de pisada agradable o simplemente para limpiarnos los zapatos cuando venimos de la calle. Pero todas las alfombras, sean del tipo que sean, cuentan con un enemigo común: la suciedad. Algunas lo sufren más que otras, y ese es el tema principal de este artículo, pues nos hemos propuesto averiguar cuáles son las alfombras que se ensucian menos.
¿Cuáles son las alfombras que menos se ensucian?
La suciedad, las pisadas, las salpicaduras, los pelos de las mascotas… Estos y otros elementos pueden estropear seriamente la apariencia de nuestra alfombra preferida, e incluso llegar a dañar sus materiales. Por eso, saber qué alfombras son las que se ensucian menos puede ser de gran ayuda a la hora de comprar un nuevo modelo para nuestra casa.
Por eso, vamos a analizar algunos aspectos clave que nos ayudarán a saber qué alfombras evitan mejor la suciedad y algunos consejos sobre cosas que podemos hacer nosotros para evitar las manchas. Vamos con ello:
- Materiales: esta es, quizás, la característica que más afecte a la capacidad de una alfombra para ensuciarse. Y es que hay materiales que son más propensos a mancharse que otros. Por ejemplo, tenemos las alfombras de lana, las alfombras de algodón o las alfombras de seda, que son bastante susceptibles de mancharse y reflejar la suciedad de manera evidente. Por el contrario, encontramos algunos materiales en los que la suciedad no se impregna con tanta facilidad, lo que ayuda a las alfombras a permanecer limpias por más tiempo. Algunos ejemplos los encontramos en las alfombras vinílicas, las alfombras de bambú o las alfombras de yute.
- Pelo: la longitud del pelo de una alfombra no solo determina cuán mullida será o cuánto grosor tendra… También puede tener una gran repercusión en la facilidad para mancharse. Por ejemplo, las alfombras de pelo largo, como por ejemplo las alfombras para el baño o las alfombras felpudo, aunque se ensucian, dejan caer la suciedad al fondo de la alfombra y los pelos de la superficie la disimulan, haciéndolas parecer más limpia. Por contra, las alfombras de pelo corto, como las alfombras persas o las alfombras de patchwork, al ser de pelo corto o poco grosor, dejan la suciedad a la vista y dan una sensación peor a la vista, aunque estén exactemente igual de sucias que las anteriores.
- Color: por supuesto, la elección del color también influirá en la imagen de limpieza o suciedad de una alfombra. Es evidente que los colores más claros dejarán entrever la negrura de las pisadas, algo que sucede en las alfombras rosas, las alfombras beige o las alfombras azules. En el otro bando, el de los colores oscuros, notaremos que las pisadas se disimulan mucho mejor, aunque pueden sufir otro tipo de manchas, como por ejemplo salpicaduras de líquidos que blanqueen los tejidos. En este segmento, encontramos las alfombras negras y las alfombras grises como principales exponentes.
- Emplazamiento: el lugar donde tengamos pensado colocar la alfombra también jugará un papel muy importante a la hora de mantenerla limpia. No es lo mismo contar con alfombras de recibidor (que las pisamos con los zapatos de la calle) o con alfombras de salón (donde pasamos gran parte del día y, por ende, dejamos más pisadas), que las alfombras para dormitorio, que solemos pisar solo al acostarnos y levantarnos, y la mayoría de las veces descalzos.
- Uso: evidentemente, el uso para el que queramos la alfombra también puede influir mucho en la suciedad que esta reciba. Por ejemplo, si queremos una alfombra de exterior, hemos de saber que estará a merced del polvo y otros elementos que hay fuera de casa; mientras que otras alfombras para interior serán menos susceptibles de ensuciarse, a menos que se trate de los mencionados felpudos o similares. Igualmente, aquellas alfombras que se utilicen solo con fines decorativos en rincones poco transitados de la casa también se salvarán de la suciedad.
- Limpieza: otra cuestión que no está de más considerar será el tipo de limpieza que necesita cada alfombra. Habrá algunos modelos que se puedan lavar en la lavadora (alfombras lavables), otros que habrá que llevar a una tintorería..
- Precio: aunque parezca que no tiene nada que ver, el precio puede influir mucho en la cualidad de una alfombra para mantenerse limpia. Y es que el precio siempre va acorde a la calidad de los materiales. Unos materiales de buena calidad siempre serán más resistentes a las manchas y salpicaduras que unos materiales de calidad pobre.